Te dije que hiciéramos el amor como felinos rugiendo como pareja de libélulas copulando en el aire, como cebras, como venados. Todo es posible en esta noche fría en que ululan los árboles y la casa es una nuez frágil vadeando las enormes bocanadas del viento. Estamos solos y sin embargo la soledad no existe. Si juntamos las manos encenderemos el fuego imprescindible para vernos los ojos brillantes del deseo. Tu piel me atrae con la gravedad de todo el cosmos que afuera sufre su negra eternidad impenetrable.
Pretendamos que somos una nave sobre la tersa espalda del océano y en el cuenco profundo de la madera, acomodémonos para el amor, acurruquémonos y seamos otro nuevo elemento; una fusión de aire, fuego y agua.
Pretendamos que somos una nave sobre la tersa espalda del océano y en el cuenco profundo de la madera, acomodémonos para el amor, acurruquémonos y seamos otro nuevo elemento; una fusión de aire, fuego y agua.
(Gioconda Belli - Nicaragua)
2 comentarios:
Hola amigo...
Que lindo poema...me encantó...pero yo soy fuego y tu?....rsrsrs
Mira, hace mucho tiempo que no se nada de ti...que pasá?
Mando ese proverbio de Antonio Machado...
"En preguntar lo que sabes
el tiempo no has de perder...
Y a preguntas sin respuesta
¿quién te podrá responder?"
besito...
Kátia
bello el poema de machado, querida amiga.
sí, de hecho ando algo desaparecido. pero será por una buena causa (eso lo espero).
chévere que te haya gustado el poema de Belli. me encantan sus poemas. hay mucho más por venir...
un beso
c
Publicar un comentario