españa

No existe la censura:
lo que existe es un Servicio de Información Bibliográfica
para evitar posibles perjuicios económicos a los editores.
No hay gente que se muere de hambre:
hay personas que sufren insuficiencias tróficas
debidas a insuficiencias alimentarias.
No hay lucha de clases:
hay tensiones sociales polarizadas en torno a desiguales
repartos de la Renta Nacional.
No hay oposición episcopal:
no se trata de quitar al obispo sino de modificar
las estructuras jerárquicas que no son conscientes
del compromiso con las líneas posconciliares.
No hay partidos políticos:
hay articulación de contrastes de opiniones.
No hay subida de precios:
hay revisión de tarifas.
No hay derecho de huelga:
hay una manera de exteriorizar el conflicto directo.
No hay epidemia de cólera:
hay brotes de diarreas estivales.
No se habla de amnistía,sino de condena de sanciones.

Etcétera.


(Juan Brossa - España - Versión de Carlos Vitale)

a veces

A veces tengo ganas de ser un cursi
para decir: La amo a usted con locura.
A veces tengo ganas de ser tonto
para gritar: ¡La quiero tanto!
A veces tengo ganas de ser un niño
para llorar acurrucado en su seno.
A veces tengo ganas de estar muerto
para sentir, bajo la tierra húmeda de mis jugos,
que me crece una flor rompiéndome el pecho, una flor,
y decir: Esta flor, para usted.


(nicolás guillén - cuba)

en el principio era el verbo




te número te teléfono aburrido
te direcciono (callo caso y escalera)
y habitacionada ya te lámparo te suelo
te vaso te enfósforo te libro
te disco te destoco te desvisto desoído
te camo te almohado enciendo descobijo
te pelo te cadero me cinturas
nos trasvasamos labio a labio
me embotello en tu adentro
nos rehacemos te desformo me conformo
multiplicada tú y yo mildividido


(jorge enrique adoum – ecuador)

abrazo

cuando entres en mi casa
aquella que se encuentra en plena vía,
frente
a frente del viento,
en el sitio de ayer
donde hace siglos
derribé las paredes
y arranqué las ventanas,
sabe que,
si no estoy,
he salido a buscarte.

déjame de señal tu cualquier nombre
que luego,
al regresar,
te habré encontrado.

(antonio preciado – ecuador)