las gentes que viajan

Las gentes que viajan adquieren
una forma fragilísima de belleza.
Por algunas horas se transforman en algo
Singular, y viven agudamente;
descubren extraños sentimientos
que no sospechaban que pudieran
tenerse, y caminan como dichosos

(…)

He visto partir a las gentes,
y no estaban solas: se sumergían
en su larga noche de viaje,
llevando en su sangre la pureza
que dan las distancias y los adioses;
pobladas de bocas y de miradas,
se purificaban como si fueran
a entrar en un templo o en un combate.

Y he visto los regresos y llegadas, abrazos
de amor entre gentes que no se amaban;
pero, sin embargo, el amor lucía
en ellos, brillaba evidente.

Y los que regresan sin que nadie
los espere viven también; trajeron
una soledad más limpia, un tesoro
de pueblos hallados, de noches decubiertas.

(…)

Y los que regresan y los que parten
se confunden: todo llevan en ellos
una sensación de heroísmo,
una lumbre tenue que se funda
en su corazón, y se derrama
y enciende sus rostros atónitos,
poblados de pérdidas y esperanzas.


(Rubén Bonifaz Nuño – Veracruz)

farewell


1


Desde el fondo de ti, y arrodillado,

un niño triste, como yo, nos mira.

Por esa vida que arderá en sus venas
tendrían que amarrarse nuestras vidas.

Por esas manos, hijas de tus manos,
tendrían que matar las manos mías.

Por sus ojos abiertos en la tierra
veré en los tuyos lágrimas un día.

2

Yo no lo quiero, Amada.

Para que nada nos amarre
que no nos una nada.

Ni la palabra que aromó tu boca,
ni lo que no dijeron las palabras.

Ni la fiesta de amor que no tuvimos,
ni tus sollozos junto a la ventana.

3

(Amo el amor de los marineros
que besan y se van.
Dejan una promesa.
No vuelven nunca más.

En cada puerto una mujer espera:
los marineros besan y se van.

Una noche se acuestan con la muerte
en el lecho del mar.

4

Amo el amor que se reparte
en besos, lecho y pan.

Amor que puede ser eterno
y puede ser fugaz.

Amor que quiere libertarse
para volver a amar.

Amor divinizado que se acerca
Amor divinizado que se va.)

5

Ya no se encantarán mis ojos en tus ojos,
ya no se endulzará junto a ti mi dolor.

Pero hacia donde vaya llevaré tu mirada
y hacia donde camines llevarás mi dolor.

Fui tuyo, fuiste mía. Qué más?
Juntos hicimos un recodo en la ruta donde el amor pasó.

Fui tuyo, fuiste mía. Tu serás del que te ame,
del que corte en tu huerto lo que he sembrado yo.

Yo me voy. Estoy triste: pero siempre estoy triste.
Vengo desde tus brazos. No sé hacia dónde voy...

Desde tu corazón me dice adiós un niño.
Y yo le digo adiós.


(pablo neruda - chile)

el burro y la flauta


tirada en el campo estaba desde hacía tiempo una flauta que ya nadie tocaba, hasta que un día un burro que pasaba por ahí resopló fuerte sobre ella haciéndola producir el sonido más dulce de su vida, es decir, de la vida del burro y de la flauta.
incapaces de comprender lo que había pasado, pues la racionalidad no era su fuerte - y ambos creían en la racionalidad - se separaron presurosos, avergonzados de lo mejor que el uno y el otro habían hecho durante su triste existencia.
(augusto monterroso - guatemala)

isla

aunque estoy a punto de renacer,
no lo proclamaré a los cuatro vientos
ni me sentiré un elegido:
sólo me tocó en suerte,
y lo acepto porque no está en mi mano
negarme, y sería por otra parte una descortesía
que un hombre distinguido jamás haría.
Se me ha anunciado que mañana,
a las siete y seis minutos de la tarde,
me convertiré en una isla,
isla como suelen ser las islas.
Mis piernas se irán haciendo tierra y mar,
y poco a poco, igual que un andante chopiniano,
empezarán a salirme árboles en los brazos,
rosas en los ojos y arena en el pecho.
En la boca las palabras morirán
para que el viento a su deseo pueda ulular.
Después, tendido como suelen hacer las islas,
miraré fijamente al horizonte,
veré salir el sol, la luna,
y lejos ya de la inquietud,
diré muy bajito:
¿así que era verdad?



(virgilio piñera – cuba)

te quiero a las diez de la mañana

Te quiero a las diez de la mañana, y a las once, y a las doce del día. Te quiero con toda mi alma y con todo mi cuerpo, a veces, en las tardes de lluvia. Pero a las dos de la tarde, o a las tres, cuando me pongo a pensar en nosotros dos, y tú piensas en la comida o en el trabajo diario, o en las diversiones que no tienes, me pongo a odiarte sordamente, con la mitad del odio que guardo para mí.
Luego vuelvo a quererte, cuando nos acostamos y siento que estás hecha para mí, que de algún modo me lo dicen tu rodilla y tu vientre, que mis manos me convencen de ello, y que no hay otro lugar en donde yo me venga, a donde yo vaya, mejor que tu cuerpo. Tú vienes toda entera a mi encuentro, y los dos desaparecemos un instante, nos metemos en la boca de Dios, hasta que yo te digo que tengo hambre o sueño.
Todos los días te quiero y te odio irremediablemente. Y hay días también, hay horas, en que no te conozco, en que me eres ajena como la mujer de otro. Me preocupan los hombres, me preocupo yo, me distraen mis penas. Es probable que no piense en ti durante mucho tiempo. Ya ves. ¿Quién podría quererte menos que yo, amor mío?

(jaime sabines - méxico)

buscar


No es un verbo sino un vértigo. No indica acción. No quiere decir ir al encuentro de alguien sino yacer porque alguien no viene.





(alejandra pizarnik - argentina)

golosinas





Un día estas cosas son cosas pasadas
Llenando la memoria como cajas

Tu risa que brinca, febrero y tus cartas
Y Silvio y Ojalá como coartada

Todos tenemos algo escondido
Y yo como todos tengo lo mío

Un día estas cosas son polvo de estrellas
Momento como curva en la vereda

Un día miramos y acaso reímos
Pensando en lo que ha sido y lo que fuimos

Todos tenemos algo escondido
Y yo como todos tengo lo mío

Amor y golosinas, sueños perversos
Y Gerard Depardieu diciendo versos

Un día volvemos aquí donde estamos
Y todo lo importante lo encontramos

El agua más fresca, la flor de las flores
Aroma que resuelve los olores

Todos tenemos algo escondido

Y yo como todos tengo lo mío


(pedro guerra - islas canarias)

mucho más allá





Quisiera hablar de la vida
Pues esto es la vida
este aullido, este clavarse las uñas
en el pecho, este arrancarse
la cabellera a puñados, este escupirse
a los propios ojos, sólo por decir,
sólo por ver si se puede decir:
es que soy yo?
verdad que sí?


(alejandra pizarnik - argentina)

enigma de la deseosa




Muchacha imperfecta busca hombre imperfecto de 32,
exige lectura de Ovidio, ofrece:
a) dos pechos de paloma,
b) toda su piel liviana
para los besos,
c) mirada verde para desafiar el infortunio
de las tormentas;

no va a las casas
ni tiene teléfono, acepta
imantación por pensamiento.
No es Venus;
tiene la voracidad de Venus.



(gonzalo rojas - chile)