de volta pra casa



mudaram as estacoes
nada mudou
mas eu sei que alguma coisa aconteceu
tá tudo assim tao diferente...

se lembra quando a gente
chegou um dia a acreditar
que tudo era pra sempre
sem saber que pra sempre
sempre acaba...

mas nada vai conseguir mudar
o que ficou
quando penso em alguém só penso em você
e aí entao estamos bem

mesmo com tantos motivos
pra deixar tudo como está
nem desistir nem tentar
agora tanto faz

estamos indo de volta pra casa


(renato russo)

soledad




Soledad,
aquí están mis credenciales,
vengo llamando a tu puerta
desde hace un tiempo,
creo que pasaremos juntos temporales,
propongo que tú y yo nos vayamos conociendo.

Aquí estoy,
te traigo mis cicatrices,
palabras sobre papel pentagramado,
no te fijes mucho en lo que dicen,
me encontrarás en cada cosa que he callado.

Ya pasó
ya he dejado que se empañe
la ilusión de que vivir es indoloro.
Qué raro que seas tú
quien me acompañe, soledad,
a mí, que nunca supe bien
cómo estar solo.



(jorge drexler - uruguay)

no hay paz






No quiero paz, no hay paz,
quiero mi soledad.
Quiero mi corazón desnudo
para tirarlo a la calle,
quiero quedarme sordomudo.
Que nadie me visite,
que yo no mire a nadie,
que si hay alguien,
como yo, con asco,
que se lo trague.
Quiero mi soledad,
no quiero paz, no hay paz.




(jaime sabines - méxico)


A partir de este sábado, desde todos los rincones del mundo llegarán nuevamente poetas de todo el mundo a Medellín para clamar por la paz y la reconciliación. Y es que en su versión 18, el Festival Internacional de Poesía busca reiterar su terco, pero esperanzador clamor por la paz en Colombia.

Así lo afirma su creador, el también poeta y gestor cultural Fernando Rendón, quien destaca el reconocimiento internacional que ha alcanzado el certamen y confía en que eso le dé fortaleza para propiciar el diálogo entre los antagonistas del conflicto.

"La poesía nos da la fuerza para resistir las desgracias y nos la dará también para transformar esta historia de sufrimiento en una historia nueva", afirma Rendón, quien ha visto crecer por casi dos décadas la poesía en Medellín, a tal punto que hace dos años el Festival ganó el Premio Nobel Alternativo de la Paz.